El Fit Perfecto

By: Rosa Ortega

¿Te ha tocado la dicha de pasar por un trabajo que te sientes tan cómodo que sientes que forman parte de tu piel? ¿O en cambio has estado en trabajos que te sientes tan incómodo que hasta te avergüenzas de decir que trabaja ahí o lo que haces? ¿O Quizás estas en ese momento en que ese trabajo que antes te fascinaba ya no te eriza la piel?

El FIT en el mundo de reclutamiento es el siguiente nivel, es el proceso que va más allá de buscar currículo, hacer evaluaciones y entrevistas.

En este punto se revisa si esta persona se adaptaría a la cultura de la empresa, al equipo al que pertenecerá y al supervisor directo que le toca, si todas estas variables se dan es lo que hace lo que solemos llamar “The perfect Fit” .

Sea cual sea tu situación, esto no necesariamente tiene que ver con lo bueno o malo que eres, ya que como seres humanos pasamos por fases diferentes, esto tiene más que ver con lo que los Expertos reclutadores llamamos el FIT o ajuste al puesto.

He sido testigo del impacto positivo que genera integrar a una persona en un entorno que facilite o potencie todo lo que puede aportar, los resultados se ven a veces hasta antes de que se cumpla la curva de aprendizaje. No siempre sucede, pero cuando ocurre es como cuando te compras ese outfit perfecto para la actividad perfecta, y pasas un momento fuera de serie sintiéndote segura y divertida en esa fiesta.

De hecho, haciendo una analogía de este proceso con el mundo de la moda, lograr ese fit es la panacea del reclutador, hacer que ese trabajo que es como un traje, le quede perfecto a esta modelo que es el colaborador y que salga a la parcela a desempeñar y mostrar la creación para seguir generando valor.

Lo que más me fascina de esto del FIT es que no hay malos ni buenos, es la moda o estilo que te guste o le convenga a tu perfil, con la persona que cose justo para ti pues se conoce tus medidas para poder salir a modelar.

Ahora la gran pregunta, una vez que tenemos ese “traje a la medida” ¿es la ropa, la modista, la pasarela o inclusive la modelo siempre? La respuesta es, no necesariamente.

Hay vestuarios que tenemos en nuestro closet que aún nos quedan y nos gustan, que los usamos con orgullo, esos Jeans que teníamos desde la universidad y aun nos sirven para las noches de los viernes. Hay otras que nos dejan de gustar o simplemente no nos quedan tan bien como antes, ya sea porque cambiamos de peso o de estilo de vestir, ya no hay ese FIT, ni la ropa está mal y ni la persona está mal simplemente ya no son nuestras medidas.

¿En la vida real que hacemos cuando nuestro cuerpo cambia y esa ropa que nos fascina ya no nos ajusta tan bien como antes? Pues sorprendentemente debemos tomar estas consideraciones cuando ese trabajo tampoco genera ese FIT, a continuación, algunos ejemplos:

1

E

Me queda grande la ropa, pero quiero seguir usándola

Aquí vamos al sastre o a la modista y le hacemos ajustes. Si lo llevamos al campo laboral puede ser que nuestro trabajo esté más Lean por acciones de eficiencia que hemos implementado y nos sobra tiempo, es momento de ver nuestra descripción de puesto, sentarnos con nuestro supervisor y ver si podemos tomar más responsabilidad o hacer unos cuantos ajustes a nuestras tareas. Esto no necesariamente conlleva una promoción, sino más bien son ajustes en mis funciones. Si la organización está en la misma posición usualmente se dan aquí los famosos cambios de estructura o reingenierías.

2

E

Me queda pequeña la ropa, pero asi me la pongo

Aquí aplica la ley si tienes que forzarlo no es tu talla, aplica para zapatos, anillos relaciones y trabajos. Es demasiado incómodo salir a la calle con ropa demasiada ajustada, hay demasiados riesgos inclusive que se te rompa en medio de una cena delante de todo el mundo. Definitivamente hay que cambiar de outfit, pero, cambiamos también de modista y de pasarela? Si es solo cambiar de vestido pues es buscar oportunidades dentro de la misma organización que se ajuste a mi nueva talla o evaluar si toca moverse de modista y de pasarela para algo que se pueda dar con mis medidas y que me pueda sentir cómoda.

3

E

Me queda grande la ropa, y ya no es mi estilo

Me pasó una vez que me puse en el mundo del running y adelgacé tanto que la ropa ya no me quedaba, es más me di cuenta que tenía ropa que no me gustaba solo porque se ajustaba al cuerpo antes de adelgazar. Procedí a revisar mi closet y retirar algunas piezas. Si nos vamos al mundo laboral a veces situaciones, ideas o acciones se incorporan o se retiran en nuestras vidas personales o rutinas, como un nuevo bebe en la familia, un divorcio, un cambio de ideología, iniciar un estilo de vida. Estos eventos impactan en la conducta y por tanto en algunos casos la ropa, es decir nuestro trabajo, ya nos queda como antes o no es nuestro estilo y hay que tener la valentía de saber cuándo es hora de moverse. veces tenemos ropa que una vez nos ¿Cuántas quedaron perfectas, pero están dañadas por la humedad? Tenemos esa falsa ilusión de que la ropa está ahí, pero en el momento real de lucirla está llena de moho, o huele rara. Así mismo, solo tener un trabajo por el estatus o el lugar donde estoy sin usarlo pues mi estilo de vida, creencias, pensamientos o ideas cambiaron hacen que uno le pongas menos pasión a las cosas y por tanto impacta en cómo nos desempeñamos en esa pasarela.

En definitiva, los outfit y los trabajos no son para siempre, es importante mantenernos alerta y revisando nuestras medidas, nuestro estilo de vida y nuestras preferencias para poder ir seleccionando ese outfit o ese trabajo que mejor representa el momento en que él estás viviendo, aportando valor y en cada pasarela que decidamos desempeñarnos.

× Chat